El gran mito del TDAH

El psiquiatra que identificó el Trastorno de Déficit Atencional- la condición a la cual se culpa del mal comportamiento de cientos de miles de niños- ha admitido que muchos de ellos no están realmente enfermos.

El Dr. Robert Spitzer afirmó que hasta un 30% de lo niños clasificados como afectados por condiciones de comportamiento hiperactivo y disfuncional, pueden haber sido mal diagnosticados.

Puede que simplemente muestren reacciones normales que no necesariamente son desordenes.

El Dr. Spitzer desarrolló la Biblia de clasificación de trastornos mentales entre los años 70 y 80, que identificaba docenas de nuevas manifestaciones incluyendo el TDA y el trastorno obsesivo compulsivo. Desde entonces cientos de niños han sido diagnosticados con el Trastorno de Déficit Atencional, un trastorno del comportamiento asociado a un bajo umbral de atención, y Trastorno de Déficit Atencional con hiperactividad TDAH, que añade un elemento de hiperactividad. Estos trastornos describen un comportamiento disfuncional e hiperactivo que resulta en que los niños tengan dificultad en enfocar su atención a tareas específicas. El TDAH se reconoce frecuentemente a la edad de 5 años, y se dice que al menos uno de cada 30 niños británicos lo sufre.

A menudo se lo trata con drogas, siendo el Ritalin la más recetada.

Algunos científicos afirman que este trastorno es un trastorno genético que no desaparecerá en la vida adulta. Pero algunos escépticos creen que el diagnostico es una “charlatanería biológica”, que se ha desarrollado a partir de una cultura de citas aisladas (fragmentos de entrevistas, etc.) que está demasiado preparada para medicar cualquier rasgo humano que parezca anti-social.

El Dr. Spitzer, profesor de psiquiatría de la universidad de Columbia e Nueva Cork, dice hoy en día que la clasificación condujo a muchas personas a ser mal diagnosticadas, como casos clínicos, cuando lo que ocurría eran simplemente cambios en el humor y el comportamiento, producto de estados de felicidad o tristeza.

En una serie de documentales de la BBC2 (The Tap), que comienza el próximo domingo, él afirma que, alrededor del 20-30% de los diagnósticos de enfermedad mental pueden estar errados.

Sus afirmaciones salen al aire, justo cuando los datos demuestran que el Servicio de Salud ha gastado alrededor de 12 millones de libras esterlinas en drogas para el tratamiento del trastorno de déficit atencional y similares, en tan solo 5 años, entre 1999-2003.

Se cree que alrededor de 400.000 niños británicos en edades entre 5 y 19 años, toman este tipo de drogas, a pesar de los temores de los medico a los efectos secundarios.

Esto es el equivalente a cada niño británico, cada uno tomando el equivalente a 4 dosis de estas drogas cada año.

Las recomendaciones del Servicio Nacional de Salud, son de someter a tratamiento con drogas a los más severamente afectados, a pesar de que se han reportado trastornos cardiovasculares, alucinaciones y pensamientos suicidas. Se han reportado al menos nueve muertes a la Agencia Reguladora de la Producción de Fármacos, desde la aparición del Ritalin a principios de los años 90.

A pesar de esto el Dr. Spitzer, quien lideró el equipo que compiló el Manual Internacional de Diagnostico de Enfermedades Mentales, afirma que le preocupan menos los diagnósticos errados y los posibles efectos secundarios de las drogas, que la no-medicación en casos donde es realmente necesario. Pues afirma que a la larga estos tratamientos no tendrían serios efectos secundarios (Suplemento Educativo del Times).

“Quiero decir, algunos sí tienen efectos secundarios, pero no son tan serios, mientras que el no medicar puede tener efectos significativos en el niño y su familia”.

También ha reconocido que algunos padres presionan a los médicos a diagnosticar el Trastorno de Déficit Atencional y Trastorno Obsesivo Compulsivo, y a que les sean recetadas drogas.
Agrega, “No sabemos hasta que punto se ha extendido esta práctica inapropiada”.

Ian Graham, director del Slindon College, un internado independiente para chicos, en las cercanías de Arundel, Sussex del Este, afirma que en su institución alrededor de 20 de cada 100 alumnos están diagnosticados con Trastorno de Déficit Atencional, y algunos más con diagnostico similar.

Alrededor de 17 de los chicos son medicados con drogas incluyendo el Ritalin, mientras que el resto mantiene su trastorno controlado mediante dietas que excluyen el chocolate, dulces o gluten.

El colegio también emplea terapias técnicas, y también la antigua táctica de hacer que los alumnos liberen el exceso de energía en actividades al aire libre.

El Sr. Graham afirma, “Nunca he conocido a un padre que esté de acuerdo con la medicación. Todos preferirían no usarla, pero no creen en el cambio en sus hijos a la hora de concentrase en el salón de clases”.