Réplica de la revista Discovery Salud a la empresa que comercializa en España el fármaco Rubifén

Réplica de la revista Discovery Salud nº 84, al Sr. Guillermo Rubió Badia, en calidad de Apoderado de Laboratorios Rubió, empresa que comercializa en España el fármaco Rubifén (Metilfenidato):

Insta al Laboratorio a probar que el Rubifén ha logrado curar un solo caso de hiperactividad en el mundo.

El Metilfenidato es una Droga, en Alemania está sujeto a la Ley de Estupefacientes; en EEUU la Agencia Antidroga lo define como: “Sustancia perteneciente a la Lista II de Sustancias Controladas, alto potencial para el abuso y produce muchos de los mismos efectos que la cocaína” dicha Lista II reúne las sustancias con más alto riesgo de abuso potencial y perfil de dependencia de todas las drogas, sustancias de usos médicos con severas restricciones y sustancias que pueden producir severos daños psicológicos o dependencia física.

En una comparecencia oficial de la DEA ante el Subcomité del Congreso Americano dedicado a la niñez y la Juventud se lee: “De las muchas sustancias psicoactivas prescritas a niños y jóvenes, el metilfenidato y las anfetaminas, tienen altos riesgos de abuso, producen efectos similares a la cocaína tanto en animales como en humanos y los datos indican que no se encuentran diferencias entre la cocaína y el metilfenidato cuando se administran de la misma manera y a dosis comparables, esto es, los efectos son idénticos”.

INCITACIÓN AL SUICIDIO

“La FDA alerta sobre violencia y suicidio inducidos por los estimulantes”
“La FDA ordenó cambios en el prospecto de este psicofármaco para advertir que puede causar eventos psiquiátricos como: alucinaciones visuales, táctiles, ideas suicidas, conducta psicópata, agresión o conducta violenta”
“La psicosis o manía, particularmente alucinaciones visuales pueden acaecer en pacientes sin factores de riesgo y a las dosis usuales”.

EL METILFENIDATO ¿ES UN FÁRMACO ÚTIL?

“Para muchos expertos, de éste y muchos otros países, el Trastorno por déficit de atención e Hiperactividad (TDAH) sencillamente NO EXISTE. Por tanto, utilizar medicamentos en él es inútil e incluso, según el sabio proverbio académico: “Si no está indicado, está contraindicado”.
F. Baughman de la American Academy of Neurology: “Nunca se ha demostrado que sea una enfermedad, o algo físico, o algo biológico”. “Veinticinco años de investigación, que no merecen el termino de investigación, no han validado el TDAH como enfermedad y la “epidemia se ha extendido desde 500.000 niños afectados en 1985 a entre 5 y 7 millones de niños hoy.”
La National Institute of Health Consensus Conference on ADHD declara: “No existe una prueba de diagnóstico independiente para el ADHD (…). El hecho de medicar con narcóticos a esos niños es un fraude que está siendo perpetrado contra…los niños y las familias”.

El Director del Centro Internacional para el estudio de la Psiquiatría y Psicología (ICSPP) comenta: “El ADHD es un diagnóstico polémico, con poca o ninguna base científica o médica. Su tto. tiene efectos adversos sobre el cerebro, la mente y la conducta como desórdenes conductuales, psicosis, manía, abuso de drogas y adicción y su retirada puede causar sufrimiento emocional, depresión, agotamiento y suicidio. Esto puede hacer a los niños perturbados psiquiátricamente y llevar equivocadamente a un aumento de la dosis.

Experimentos en los años 60 de los psicólogos K. Conners y L. Eisenberg en dos escuelas de Baltimore para niños negros, de clase baja, observan como dicha droga consigue disminuir los alborotos, mejorar el comportamiento en clase, el respeto a la autoridad y el trabajo en grupo. Según informaron los profesores: “habían encontrado un modo de hacer que las situaciones de las escuelas gueto fueran soportables”.

El Presidente de la Escuela Española de Psicoterapia y Psicoanálisis comenta: “La supuesta sintomatología se obtiene puntuando como patológica, la normal necesidad del niño de atención, movimiento, juego y habla. Pero los niños no pueden ser silenciados y paralizados sino a costa de su desarrollo intelectual, físico y emocional. Esta droga se ha convertido en un intento de solucionar problemas de disciplina en colegios, de conducta en el hogar y de sustituir la consulta al psicólogo”.

En el British Medical Journal of Psiquiatry (184/1/8) se postula que: “el TDAH se clasificó como desorden simplemente debido a las convenciones sociales sobre lo que se considera como normal y anormal, medicando a los que se encuentran en el extremo. Ante las proporciones de epidemia que está alcanzando su diagnóstico, es preciso aplicar una visión cultural que la explique. Muchos factores afectan adversamente a la salud mental de niños y sus familias. La pérdida del apoyo familiar, la culpabilidad de la madre, la presión de las escuelas, la ruptura de la autoridad moral de los adultos, los padres y la contradicción sobre disciplina, la hiperactiva y ocupada vida familiar, la competitividad y la independencia. Añádase a esto la presión de la industria farmacéutica y una profesión de alto status que busca nuevos papeles y tendremos las condiciones previas para el nacimiento y propagación del TDAH”.

EFECTOS SECUNDARIOS

Borcherding y otros constataron que el 51% de los niños que tomaron Metilfenidato desarrollaron obsesión y compulsión.

Barkley y otros descubrieron propensión al llanto en el 10% de los niños que consumían dosis bajas de Metilfenidato.
Mayes y otros descubren que el 20% se vuelven letárgicos, deprimidos, cansados, atontados, sometidos e inactivos.

Schachar y otros documentan que el 10% padecían efectos secundarios severos, marcada alteración de la conducta, tristeza, deterioro mental, irritabilidad, letargia, comportamiento violento, manía y disfonía.

Castellanos y otros encuentran que el 25% de los niños desarrollaban reacciones adversas y comportamiento obsesivo compulsivo.

Fierstone y otros descubre que causa deterioro marcado comparado con placebo, que el 69% se entristecía y que el 62% perdía el interés.

La FDA incluyó graves riesgos cardíacos junto con los riesgos psicoconductuales en la información sobre los efectos secundarios del producto.

Está en estudio la posible relación entre su consumo a largo plazo o en grandes dosis con el cáncer.

Estudios del Centro Médico Anderson muestran daños cromosómicos post tratamiento con Metilfenidato durante tres meses. La FDA está examinando millones de datos sanitarios sobre éste tema y ha pedido a los Laboratorios fabricantes informen de datos sobre los efectos de dicha droga en los cromosomas.


Texto completo en: www.dsalud.com/numero84_5.htm